Saturday, May 09, 2015

Las grandes construcciones musicales de ENSAMBLE CHANCHO A CUERDA


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar el disco “Deconstrucción” del grupo argentino ENSAMBLE CHANCHO A CUERDA La formación que gestó y grabó el catálogo de “Deconstrucción” está conformada por Nahuel Carfi [pianos acústico y eléctrico Rhodes, sintetizador, voz], Joaquín Chiban [violín, viola], Julián Galay [bajos eléctrico y acústico], Agustín Lumerman [batería, percusión], Lautaro Matute [guitarras acústica y eléctrica, bandurria, voz], Nicolás Ralis [guitarras acústica y eléctrica, ronroco, flauta de émbolo, kazoo, voz] y Manuel Rodríguez Riva [clarinete, clarón, armónica]. Este grupo nacido en el 2006 y madurado en el 2007 en Buenos Aires se dedica a cultivar un eclecticismo espléndido y refulgente, aunque con un manejo muy medido de la exuberancia inherente a las ideas musicales que brotan de sus composiciones e improvisaciones colectivas. Tras sus dos discos anteriores “Contrastes” (2010) y “Subversiones” (2012), se publicó “Deconstrucción” en octubre del 2014, siendo una de las obras más exquisitas dentro de la siempre prolífica escena vanguardista de su país en ese año; además ,este incansable septeto ha participado en música para obras cinematográficas, teatrales y producciones audiovisuales. La logística estética de “Deconstrucción” se sostiene sobre vaivenes donde se alternan concienzudas exploraciones en esquemas de avanzada folclórica con sólidas aventuras por áreas de diversas vanguardias progresivas y jazzeras, logrando casi mágicamente que el repertorio concrete en sí mismo una unidad muy particular.


De entrada nos lleva el grupo a despertar nuestras conciencias con un remezón ágil e inapelable: ‘Nuevas Canciones’ juega con gráciles cadencias del folklore criollo al modo de una cantata de protesta pero con una arquitectura orquestal solventemente sofisticada que permite al grupo desarrollar un colorido hipnótico. ‘Mar Negro’ es un viaje instrumental donde el grupo desarrolla climas sobriamente inquietantes a través de sus fascinantes variaciones temáticas, las mismas que crean un sano híbrido de chamber-rock y jazz vanguardista, no del todo ajeno al legado de UNIVERS ZERO en lo general, y relativamente emparentado con ALAMAAILMAN VASARAT en los pasajes más extrovertidos. ‘Sin Detenerse’ nos devuelve a los senderos de la fusión de raigambre jazzera, esta vez con una aureola más cálida en el bloque instrumental pero con la misma ansiedad expresiva en la letra. El empleo de cadencias propias de la bossa nova en algunos pasajes ayuda a que la pieza mantenga un buen punche de principio a fin. Con ‘Partida’, el grupo vuelve a trabajar con sus inclinaciones hacia el rock-in-opposition con fuertes bases en la vanguardia jazzera y el género progresivo, tendiendo así puentes con los modelos de los ensambles compatriotas ENSAMBLE AIRE LÍQUIDO, SALES DE BAÑO y EPN TRÍO. Con las presencias de los invitados Juan Cruz Urquiza y Manuel Calvo (a la trompeta y al trombón, respectivamente), el esquema sonoro planeado para el núcleo temático en curso concreta una majestuosidad especial, onírica y robusta a la vez. ‘Como Nombrando El Aire’ se hace eco de este aspecto onírico y lo transporta al formato de canción: si podemos imaginar una cruza entre el LITTO NEBBIA de la época 74-77 y M.I.A. con aires bien medidos del R.I.O. de nueva generación (a lo ARANIS o a lo GATTO MARTE), entonces podemos hacernos una buena idea sobre de qué va esta canción. ‘Criatura’ es una excursión meticulosa en la faceta oscura del ensamble, de la cual solo nos habían mostrado unos paisajes parciales en algunas piezas precedentes: ahora el grupo trabaja concienzudamente el poder mágicamente inquietante de las disonancias y el embrujo desconcertante de grooves complejos, algo no muy distante de lo que hacen sus compatriotas de ORQUESTA METAFÍSICA, y si vamos más allá, FRANK ZAPPA en su faceta de cámara. Es digno de mención especial el llamativo pasaje percusivo desde el que se elabora el clímax conclusivo de la pieza: en ese dinamismo de tambores y demás artilugios rítmicos se desnuda ante nuestros oídos la arquitectura básica de todo este despliegue sónico.


Tras el cénit decisivo que encarna ‘Criatura’, ‘Nocturna’ – a la sazón, el tema más extenso del álbum con sus 7 ½ minutos de duración – se alza como un momento de reflexión donde la música se torna envolvente a través de una exquisitez etérea. El canto es poético en un unísono perfecto con la impactante imaginería de la letra; dentro de la relativamente parca instrumentación que parece explayarse como el manto de la noche sobre la cabeza del cantante, la viola ocupa el lugar central. Tanto esta pieza como el instrumental que le sigue, ‘Candombe Be’, nos recuerdan a los mejores tiempos de experimentación progresiva de CONGRESO: en el caso de ‘Candombe Be’, disfrutamos de un ejercicio fusionesco con predominancia de sonoridades acústicas. Mientras el clarinete y la viola instauran el tema central con aportes adicionales de una guitarra eléctrica que se mantiene en un perfil parcialmente bajo, en el pasaje intermedio el piano nos regala unas florituras expresionistas muy bien ajustadas al groove de la pieza. Nos volvemos a acordar de la era sofisticada de LITTO NEBBIA, aunque también de su época 72-73 cuando la gente de ENSAMBLE CHANCHO A CUERDA nos regala la evocativa canción ‘Convenciones’, un canto al amor que se ubica dentro de una reflexión general sobre el insondable misterio que rodea a los confines de nuestra temporalidad. La canción inmediatamente posterior, ‘Muestra De Vida’, porta una candidez muy similar, pero esta vez el grupo trabaja un filo sonoro más sofisticado en la instrumentación global, y es aquí donde las referencias a CONGRESO (y de paso, también a ORQUESTA METAFÍSICA) entran a tallar de nuevo en nuestras mentes. Dicho sea de paso… ¡qué pedazo de solo de clarinete durante la sección final!


Ya nos vamos acercando al final del álbum cuando emerge el instrumental ‘Familia’, un hermoso ejercicio de jazz-fusión latinoamericano donde hacen notar esos viejos ecos de la tradición del avant-tango (PIAZZOLLA, MEDEROS) y, cómo no, los dos primeros discos de RETURN TO FOREVER. La dupla de guitarras acústicas se encarga de guiar el desarrollo temático. ‘Cuando’, por su parte, nos remite a la espiritualidad musical que ya disfrutamos en ‘Convenciones’ aunque con una dosis aumentada de vibraciones nostálgicas. Finalmente, ‘La Broma’ es el epílogo que recapitula los puntos álgidos los recursos de experimentación jazzera y experimentación progresiva que se mostraron a lo largo de los pasajes más alucinantes del repertorio. Por los aires de juerga que se destilan aquí, parece como una fiesta de despedida dentro de un carnaval surrealista. Todo esto fue “Deconstrucción”, un catálogo de diversas construcciones musicales donde lo cosmopolita y lo folclórico se conjugan sólidamente dentro de una propuesta musical que navega eclécticamente sobre las aguas de la fusión moderna, el jazz experimental, la tradición progresiva tan peculiarmente latinoamericana y el rock-in-opposition. Esta obra de ENSAMBLE CHANCHO A CUERDA merece una recomendación al 100%, si no al 200%, en cualquier buena colección de música contemporánea. 

Muestras de “Deconstrucción”.-
Sin Detenerse [en vivo en la Usina del Arte, 20 de noviembre de 2013]: https://www.youtube.com/watch?v=2uVa37uAz2g



[Reseña dedicada con inmensa gratitud a Felipe Abel Surkan por presentarme el segundo álbum de este grupo y a Gustavo Bolasini por presentarme el tercero]

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